El impacto del calor en la productividad del ganado

Ha empezado la época de calor en nuestro país y así como nos afecta a nosotros en todos los aspectos de nuestras vidas, también afecta a loa animales. En caso particular del ganado tanto de leche, de carne y de doble propósito puede llegar a tener consecuencias que se verán reflejadas en la productividad. Una exposición prolongada al sol puede provocar lo que se conoce como ESTRÉS CALÓRICO y el efecto directo en el ganado es una reducción en el consumo de alimento, en la ganancia de peso, una baja en la producción de leche y en la eficiencia reproductiva.
El rango de temperatura ideal para producir carne y leche va desde los 8°C a los 27°C dependiendo de la raza del animal. Conforme aumente la temperatura el ganado empieza a experimentar en cierto grado dicho estrés calórico y aquí empiezan a entrar los factores ambientales tales como: la sombra donde puedan cubrirse; la disponibilidad de agua a la que tienen acceso; la humedad ambiental relativa; el consumo de los alimentos (dieta) y la vegetación y las condiciones propias del terreno. También están las condiciones fisiológicas del ganado como una alta de acumulación de grasa corporal (animales más grandes son los primeros en padecer de estrés calórico) y las vacas lactantes tienen que disipar más calor interno que las no lactantes.
Como enfrentar el estrés calórico.
HECHO: la sombra y el agua para el ganado son cruciales.
Empecemos hablando de la sombra; esta puede proveerse con árboles, edificaciones como techos de construcción rural o estructuras portátiles como toldos pero el ganado siempre va a preferir la sombra natural ya que ofrecen un efecto de enfriamiento por evapotranspiración, mejor ventilación y menos reflejo de la radiación solar. En un sistema de rotación de pastos, siembre es bueno dejar árboles esparcidos en todos los potreros o dejarlos en los linderos; en los sistemas de rotación de pastos mediante sistemas pastoriles alcanzan mayores beneficios en cuestión de sombreaderos. El ganado que pastorea y descansa en un predio con árboles y donde el pasto es abundante, tendrá mayor alivio al estrés calórico que ganado bajo una estructura en un corral.
Acceso ad libitum y abundancia de agua fresca, limpia y de calidad son prácticas importantes para aliviar el estrés calórico. En lugares extremos de calor es clave considerar bebederos bien distribuidos y protegidos del sol. Una vaca lactante debe de consumir al menos 100 litros de agua por día, si el día es muy caluroso y están expuestas al sol muchas horas la cantidad que puede requerir son 160 litros/día. Una vaca no lactante tiene una necesidad de agua por día de 50 a 80 litros. Un becerro puede iniciar un requerimiento de 15 litros/día, pero esta cantidad ira subiendo conforme gane peso pudiendo llegar a los 60 litros y hasta 80 en días calurosos. Un aumento de temperatura de 22°C a 32°C resulta un aumento en ingesta de agua en un 30% en ganado de carne.
Otras acciones que debemos considerar en las estrategias para manejar el estrés calórico son: mejorar la ventilación en las instalaciones, proveer forraje de calidad y minerales a su alcance sin restricciones.
